Sábado 31 Mayo 2025 - Domingo 1 Junio 2025
El Jarama se viste de Historia – Jarama Classic 2025

Nada menos que doce carreras repartidas entre el sábado y el domingo, con sus entrenamientos clasificatorios correspondientes, se dieron cita en el Circuito de Madrid Jarama – RACE, gracias a la co-organización del propio autódromo madrileño y Race Ready, promotor deportivo con una dilatada experiencia en este tipo de carreras.
En primer lugar, la Iberian Historic Endurance concentró a los mejores vehículos clásicos de competición del sur de Europa que, repartidos en sus diferentes categorías, nos deslumbraron con aquellas imágenes y los sonidos únicos que forjaron leyenda en las carreras de turismos de antaño. Su reglamento da cierta ventaja a los más veteranos o los menos potentes para igualar fuerzas en dos carreras de 50 minutos cada una, lo que reunió a cerca de treinta pilotos a los mandos de Porsche 911, Alfa Romeo GT. Lotus, BMW 2002, Mustang, o alguna barqueta de aquellos años sesenta.
De manera antagónica, y para constatar la evolución de los turismos de competición en los circuito a día de hoy, las dos carreras de Súper Cars pusieron sobre el trazado madrileño a los musculosos coches de la categoría GT4, como los Aston Martin Vantage, Mercedes AMG, BMW M4, Porsche Caimán RS o McLaren, además de otros de categoría TCR o GT. La cerrada lucha por la victoria puso en lo más alto del pódium en las dos ocasiones al BMW de Nerea Martí y José Manuel de los Milagros, en cerrada lucha con varios de sus opositores.
Aquellos clásicos más modernos también tuvieron su hueco en las “Carreras de los ´80”, un campeonato ibérico que pone en la pista a los mejores turismos de los finales de los años 70, hasta mediados de los noventa de procedencia europea e incluso japonesa que hicieron leyenda como los Ford Escort RS, los BMW E30 o E36, los Porsche 968 o 924, así como diversos Toyota, Datsun u Honda, que nos recordaron tiempos menos lejanos cuando la tecnificación y la electrónica estaba aún en ciernes, creando parrillas en las que los pilotos españoles estuvieron presentes en buen número.
Pero la presencia más numerosa fue la de los Caterham: herederos directos de los Lotus Seven, fruto de la genialidad del gran Colin Chapman en los años sesenta, estos apasionantes biplazas llegaron a nuestros días con el mismo espíritu de “fábrica de sensaciones” de entonces. Divididos en tres categorías, 420R, 340R y SS600 abarrotaron el paddock y las parrillas con casi setenta coches entre las tres disciplinas. A mecánicas iguales cada categoría, las emociones y los cerrados pelotones pusieron la nota de emoción en cada una de sus carreras.
Si a todo esto le sumamos un colorido especial en el paddock con estos coches expuestos a las miradas de todo el público, la presencia de food trucks, así como la zona de exposición de slots, algunos puestos de recuerdos, camisetas, gorras o miniaturas, la temperatura que se vivió dentro del circuito fue solamente igualada por el calor de una climatología muy generosa en grados.